Es indudable que las familias biológicas y las familias adoptivas compartimos aspectos esenciales en cuanto a la crianza de los hij@s. Sin embargo, las familias adoptivas, a las dificultades propias de toda crianza, debemos añadir el hecho de que las vidas de nuestr@s hij@s no comenzaron cuando nosotros entramos a formar parte de ellas. ¿Qué traen nuestros hij@s en su "mochilla"? ¿Cómo afecta la calidad y duración del período de institucionalización en el establecimiento de un vínculo seguro?
CUANDO LOS NIÑOS NO VIENEN DE PARIS
Marga Muñiz